lunes, 28 de febrero de 2011

Educación en formato panorámico


Cuando todos nos sentamos delante de una pantalla siempre esperamos que el cine nos sorprenda, nos haga sentir, emocionarnos e incluso que nos divierta, que nos haga desconectar. Pero también unos pocos buscamos que nos haga pensar. Todo el mundo sabe que el cine es un vehículo cultural, y que, como tal, tiene la capacidad de transmitir una serie de valores.

Desde mi punto de vista, las películas más interesantes no son aquellas que te ofrecen una sencilla moraleja, sino aquellas cuya enseñanza se deja en manos del espectador, y es éste el que decide qué conclusión sacar de ellas. Con esto no quiero decir que no podamos encontrar películas maravillosas en las que se intuya desde el primer momento el fin que persiguen.

Para entender el poder del cine como recurso educacional, pondremos algunos ejemplos prácticos que guardan, de distinta forma, alguna relación con la educación.

¡Cuidado, Spoilers!

1. Pequeña Miss Sunshine

Aunque durante todo el desarrollo de la película uno pueda pensarse que está contemplando una simple comedia sin más, posteriormente descubre que Pequeña Miss Sunshine es en realidad una auténtica obra maestra cuyo final está lejos de dejar indiferente a nadie.

Esta película, calificada como “road movie”, narra la vida de una peculiar familia norteamericana en la que cada personaje tiene sus propios conflictos personales. Destacan un padre ingenuamente optimista que intenta ocultar su propio fracaso, y una madre que tiene que ocuparse de todo, y es la que parece aportar un poco de equilibrio a la familia. Sin embargo, la auténtica protagonista de la historia es la pequeña de la casa, que descubre que ha sido escogida para participar en el concurso de belleza “Pequeña Miss Sunshine”.

Es en torno a este concurso donde se centra la crítica de esta película. El papel que juega el abuelo en el desarrollo de los acontecimientos es, sin duda, uno de los factores más importantes. Quizá sea ese el motivo por el cual su intérprete, Alan Arkin, ganó el Óscar al mejor actor de reparto por Pequeña Miss Sunshine. Desde el principio ayuda a su nieta con la coreografía y el vestuario, preparando una puesta en escena en el concurso que deja asombrada a toda su familia, y espantados a los miembros del jurado.

- ¿Qué está haciendo su hija?
- Darles una lección.

De esta forma, Pequeña Miss Sunshine pretende ridiculizar y quedar en evidencia la existencia de este tipo de concursos tan populares en Estados Unidos. A continuación os dejo una entrevista que he encontrado en Internet del periódico El Mundo, donde se habla de la historia de una de estas chicas, JonBenet Ramsey, que apareció estrangulada en su casa con solo seis años. Además, también quiero resaltar las palabras de una de esas modelos, que ahora con 25 años afirma: "Mirando al pasado, creo que son las familias las que deben dar autoestima a sus hijos, no un jurado con cartones de puntuación"

http://www.elmundo.es/magazine/m61/textos/misses1.html

Mientras tanto seguiremos pensando como uno de los personajes: “¿Sabes qué? A la mierda estos concursos. La vida es un puto concurso de belleza detrás de otro. El instituto, la universidad, luego el trabajo... […] Hay que hacer lo que te gusta, y a la mierda lo demás”

2. La ola

Después de ver esta película es prácticamente imposible no pasarse al menos 48 horas reflexionando sobre la Historia y el género humano.

La ola es una impactante película basada en hechos reales. En 1967, Ron Jones, profesor de Historia de un instituto de Palo Alto, California, al no saber responder a las preguntas que le formuló un alumno sobre la Alemania Nazi, decidió mostrarles qué circunstancias son necesarias para el surgimiento de un régimen autoritario, y por qué es tan fácil implantarlo en la sociedad. Para ello creó un grupo formado por todos sus alumnos al que llamó “La tercera ola”, según la creencia de que la tercera en una serie de olas siempre es la más fuerte. Ron Jones se vio obligado a disolverlo al quinto día, al ver que este movimiento estaba teniendo un gran alcance y conseguía cada día más adeptos. Además, existen rumores que lo relacionan con el suicidio de uno de los estudiantes.

La película, que recrea toda esta situación, muestra cómo una de las protagonistas, contraria, desde su surgimiento, al movimiento de la ola, llega a sentirse amenazada por defender su libertad de expresión. Este personaje representa el miedo que experimentan todas las personas que tienen ideas propias en este tipo de sistemas.

Personalmente, esta película me fascina y podría pasarme horas comentándola, pero en su lugar, y para no aburrir mucho, os dejaré una entrevista realizada al director de la película, Dennis Gansel, que es de obligada lectura:

¿Dirías que el éxito del experimento depende de la popularidad y aceptación del profesor? Desde luego ayuda tener una personalidad carismática. Alguien que realmente sea un líder, con capacidades reales de liderazgo, que pueda persuadir a la gente, a quien los alumnos admiren. Creo que el sistema fascista es tan pernicioso psicológicamente que fácilmente puede darse en cualquier otro sitio y momento. Le das a gente que antes no tenía voz una parcela de responsabilidad. Formas una comunidad. Eliminas las diferencias individuales, dándole a todos la oportunidad de distinguirse. Creo que eso es algo que puede funcionar en cualquier lugar. Especialmente en algo como el sistema escolar, y eso lo sabe cualquiera que haya ido al instituto: están los chicos populares, los líderes sociales, los que están arriba y luego un montón de gente que son más o menos tímidos y en quienes no te fijas. Estoy seguro de que si de repente le das la vuelta a un sistema como ese, ocurriría de nuevo.
Nuestra sociedad se define por el individualismo. ¿Es la necesidad de sobresalir de la multitud lo que hace que un experimento como La Ola sea posible? Cuando era joven, siempre deseaba tener algo con lo que identificarme. Envidiaba a mis padres por haber tenido el movimiento estudiantil de los 60, en el que todos tenían unas metas comunes, intentando cambiar el mundo y todo eso. Crecí en las décadas de los 80 y los 90, cuando ya había miles de movimientos políticos pero sin dirección real. Nada que te excitara realmente. Eso es algo que echaba de menos de veras. Creo que los chavales de hoy se sienten de la misma manera. No podemos definirnos solamente a través de la ropa y la música, creo. Pienso que la gente tiene una necesidad mayor de sustancia, una necesidad que crece más fuerte. La tendencia hacia el individualismo y la atomización completa de la sociedad en grupos muy reducidos no puede seguir indefinidamente. En algún momento se producirá un gran vacío. Ahí es donde reside el peligro de que otro régimen totalitario intente llenar ese vacío.”

14 comentarios:

  1. Creo que una película es buena cuando te hace sacar conclusiones...y no simples conclusiones superficiales, si no que te haga reflexionar sobre cosas, ya sean sociales o más personales.
    He visto las dos películas que has puesto, me gustaron mucho y añado unas películas que me han venido a la cabeza al leer la entrada y que a mi me hicieron pensar: El club de los poetas muertos, V de Vendetta y Noviembre.

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  2. Creo, Guada, que tu entrada es soberbia. Has sabido, con ejemplos concisos y sin ser soporífera, extraer y mostrarnos, como tú bien dices "el poder del cine como recurso educacional", en diferentes facetas, como pueden ser las que se muestran ambos ejemplos de película que incluyes. Además, personalmente, estoy de acuerdo contigo en que, en muchos, casos, las grandes películas dejan la enseñanza en manos del espectador, haciéndolo reflexionar y no ser un simple sujeto pasivo que contempla una pantalla sin más.

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  3. Gracias por tu comentario, Sheila. Tienes toda la razón del mundo :) Sin duda alguna pensé en El club de los poetas muertos para incluirla en la entrada, pero tenía que elegir jeje Y de V de Vendetta ya ni hablemos... ¡es genial!

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  4. He visto las dos películas y me alegro de que justo hables de una de ellas que me impresionó mucho, hablo de Pequeña Miss Sunshine una película que oculta más de lo que se ve a priemra vista, oculta una crítica a un tipo de pensamiento como en el que se basó el guionista para escribir la historia, este no es ni más ni menos que un discurso que dió el gobernador actual de California, Arnold Schwarzenegger, éste dijo "Si hay algo en este mundo que me da asco, son los perdedores. Los desprecio profundamente". ¿Como puede alguien decir esas palabras y quedarse tan tranquilo?. Por qué esa obsesión que hay en la actualidad y que va en aumento con el éxito, y con ser hombres y mujeres de provecho...para el provecho de quien? Sinceramente no me extraña que a la gente le cueste cada vez más ser feliz si nos meten presión por todas partes y todos parecen juzgarte...pero bueno para no extenderme os dejo un enlace de un video, pertenece a una película del estilo de estas que comentáis, se llama Transpotting, actúa Ewan Mcgregor: http://www.youtube.com/watch?v=KU0t_0vsaKU
    Interesantes reflexiones las tuyas por cierto!

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  5. Admito que La Ola no me ha gustado mucho. La manera de contar la historia es bastante inverosímil, llegándome incluso a aburrir.

    No diré lo mismo de Little Miss Sunshine, una película muy, muy tierna con moraleja sobre ciertos valores de nuestra sociedad. Y siempre que pienso en esta película me viene a la cabeza otra igual de emotiva y bonita: Juno. Estoy convencido de que la habrás visto, Guada, y sabes a qué me refiero. Fantástica.

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  6. Solo tengo buenas críticas para la magnifica obra de Jonathan Dayton y Valerie Faris, PEqueña Miss Sunshine. Como refleja la sociedad estadounidense de un modo tan brillante sin escatimar en ironía. Y el poder del cine en comunicar, expresar y educar claro esta ante tales situaciones.
    Buena entrada Guada.

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  7. Creo que en algún blog lo comenté ya: yo soy de los que prefiere las películas difíciles, con una trama compleja y un final impredecible sobre el que tienes que reflexionar hasta dar con su significado. No me va ese rollo de estar hora y media o más frente a la pantalla y luego a otra cosa. Ver cine, o escuchar música, es una tarea eminentemente reflexiva y precisa de toda nuestra atención. Yo jamás hago otras cosas mientras veo películas (salvo tomar apuntes, a veces) y lo mismo es aplicable a la música, en la mayoría de ocasiones.

    El problema reside en que la sociedad no tiene costumbre de pensar. Como ejemplo radical, leí por ahí (creo que en el periódico "20 Minutos") que una madre era incapaz de llevar a sus niños al cine, porque "no aguantaban dos horas sin hacer nada". Declaraciones como ésta, desde el punto de vista cultural, me parecen escalofriantes, porque uno puede tener mil motivos para no ir al cine (sobre todo si es por el precio), pero identificar ver una película con dos horas echadas a perder... Es increíblemente duro.

    Todas las artes tienen la doble virtud de transmitir emociones y sentimientos y, además, pensamientos, conocimientos, nuevas perspectivas... En ello reside su maravilla. Y, personalmente, creo que el mundo sería mucho mejor si aprendiéramos a aprender de las películas (ya que está visto que la cruzada por los libros y la música de calidad está cada día más perdida con esta 'fantástica' juventud contemporánea).

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  8. Muy buena entrada, Guada.
    Ambas películas me parecen muy buenas. La Ola me impactó muchísimo (he de decir que en mi colegio no dejaron que nos la pusieran, y un curso entero llegó al día siguiente vestido con camisa blanca como protesta).
    Y Pequeña Miss Sunshine es una de las películas que desprende dulzura y, como ha dicho Juan, valores muy importantes.

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  9. Sin duda has escogido dos películas geniales para tu entrada. Valores, ideas, razones... Desde mi punto de vista, cada vez hay menos películas que transmiten estas tres cosas tan importantes.
    Me recomendaron ambas películas y, debo decir que tras verlas comprendí perfectamente por qué.

    Un saludo y enhorabuena por la entrada

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  10. Aunque esté fuera de plazo, os tengo que dar las gracias a todos. Sí que he visto Juno, Juan, y sé lo que quieres decir, es ese sentido del humor irónico tan brillante, y que desprende dulzura, como dice Paula.

    Por cierto, Paula, en mi instituto sí que nos dejaron verla, pero incluso así fuimos un día todos vestidos con camisas blancas, solo para gastarle una broma al profe que nos la puso jajajaja ;)

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  11. Acabo de ver algunos comentarios que estaban sin publicar, así que muchas gracias a Nacho y Fernando también por compartir vuestras opiniones ;)

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  12. Ambas películas me encantan. Lo fuerte de "La Ola" es que está basada en hechos reales.

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  13. Bueno, está visto que soy la única persona en el mundo que no había visto "La ola" XD De todos modos, ahora que sí lo he hecho, tengo una opinión válida. Realmente, la película me ha impactado mucho (no soy un tío duro como Juanan), aunque el final me ha dejado el regusto amargo que, por otro lado, sin duda busca el propio director, para qué engañarnos. Por un lado, coincido con sus declaraciones al cien por cien, si bien es cierto que la "insociable sociabilidad" humana (como hemos estudiado a Kant, fingiré que todos recordamos qué significa eso XD) es un elemento muy variable, porque formar parte de un grupo, tal y como aparece reflejado en la película, puede ser simplemente tener un grupo de amigos o la propia familia. El peligro probablemente resida en ese "vacío" al que alude, el que ciertas personas poseen (como el suicida de la película).

    Por otra parte, me da miedo pensar que la película sirva como pretexto para ceñirse a la enseñanza tradicional, dado que el experimento en su planteamiento era una idea fantástica. Yo mismo tuve un profesor de Historia bastante especialito (quién no, por otro lado) que nos habló de Mussolini con una camisa roja puesta. De hecho, me gustaría comentar dos anécdotas:

    1. Un día, el primero de 1º de Bachiller, entró dicho profesor en la clase muy serio. Esperó a que nos callásemos y dijo "Guardad todo y sacad lápiz y papel". Empezó a dictarnos preguntas ridículamente difíciles, como hablar de los carolingios o de no sé qué obra de Hume. A la segunda pregunta, alguien dijo que no sabíamos nada de eso, pero él respondió lacónicamente que deberíamos, ya que lo habíamos dado en la ESO. Después de unas cinco preguntas y muchos resoplidos y risas incrédulas, paró sin motivo aparente y dijo "Qué poco revolucionarios sois. Si hubiérais vivido en la Francia del siglo XVIII..." y comenzó a explicarnos la Revolución Francesa subido a la mesa y con un puño en alto XD

    2. Ese mismo año, meses después, comenzamos un bloque nuevo: la Guerra Fría. El profesor nos propuso un juego llamado "killer", consistente en 'matar' a los miembros del bando contrario. Media clase pertenecía a la KGB y la otra media a la CIA y había una serie de normas, como que no hubiese testigos de los asesinatos. Además, sólo sabíamos las afinidades de unas pocas personas, por lo que todos eran sospechosos. Bien, pues no os podéis hacer a la idea de la paranoia que surgió durante esas dos semanas. "Ábreme la taquilla, porfa, que a lo mejor me han puesto una bomba"; "¿Y éste por qué querrá hablar conmigo a solas? Uy, uy, a ver si va a ser del otro bando..."; "Éste ma ha dicho que es capitalista, pero no puedo fiarme...". Acabamos viviendo en la paranoia total, con miedo de todo y todos e incluso nos enfrentamos entre amigos. Fue IMPRESIONANTE. Desde luego, descubrimos qué se debía sentir por aquel entonces, que era el objetivo. Ah, y por si hay alguna duda, mi querida KGB, de la que yo era líder, ganó el enfrentamiento. Todavía hoy me piden ayuda los chavales para que les aconseje cómo 'matar' a sus compañeros, porque el profe siempre les da mi nombre XD

    Para terminar, me ha hecho gracia leer la frase de Schwarzenegger que menciona Alicia, ya que ella ha visto la serie "Death Note" (muy recomendable), donde uno de los personajes piensa igual. Yo mismo, sin ser tan radical, no soy nada fan de los derrotistas y pusilánimes, y muchísimo menos de las personas talentosas que no aprovechan sus dones. Es algo que realmente me repatea, porque, en mi ingenuidad, pienso que, de tener yo ese talento, lo aprovecharía. Además, es muy egoísta guardárselo, porque todos tenemos mucho que aportar, ¿no creéis? =P

    De nuevo, Guada, fantástica entrada. Ya veré también "Pequeña miss Sunshine", que casualmente tampoco la he visto ^^'' Ah, y perdona mi verborrea.

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