miércoles, 9 de marzo de 2011

La música y el cine


"Imagen y sonido forman una simbiosis perfecta. Esto es lo que sucede con las bandas sonoras y el cine".

Por algún lugar de internet, he encontrado esta frase que me ha llamado la atención y que viene como anillo al dedo para el tema a tratar.

En el cine, la música no es un mero complemento más, sino que es un elemento subrayador, que proporciona mayor profundidad a la atmósfera de la escena y la refuerza y permite establecer un determinado sentimiento en el espectador que la contempla.

Desde el principio de los tiempos de la historia del cine, la música ha estado presente en las películas, es más, de sobra es sabido que los primeros films eran mudos y que su único sonido era el de la música, normalmente, tocada por un piano, que se utilizaba para ocultar el ruido proveniente de las máquinas de proyección y para amenizar al público, imprimiendo mayor carácter y ambientación a las escenas.

Con el nacimiento del cine sonoro, en 1925, la música dejó de ser un mero sonido de fondo que rellenaba la escena; además, a partir de El cantante de jazz (1927), cada película incorporó su propia banda sonora; aunque la primera banda sonora de la historia fue compuesta por Camille Saint-Saens en 1908 para El asesintado del duque de Guisa.

No obstante, la definitiva incorporación del sonido a la imagen no se consiguió hasta 1926, año en que, mediante el sistema Vitaphone, la Warner Bross lleva a la pantalla el musical Don Juan.

La música en el cine ha llegado a cobrar tanta importancia, que es mucha la gente que recuerda las películas por su banda sonora, como puede ser el caso de películas como Indiana Jones (J. Williams), Pretty Woman (R. Orbison), Titanic (J. Horner), Gladiator (H. Zimmer) o Carros de fuego (Vangelis), entre otras.

Para finalizar, en cuanto a los ganadores en las últimas ediciones de los Goya y los Oscar, por un lado, el Goya a la mejor música original ha recaído en Alberto Iglesias por También la lluvia y el galardón a la mejor canción original ha sido para Que el soneto nos tome por sorpresa (Lope). En cuanto a los Oscar, los premiados en la gala celebrada el pasado 27 de Febrero en el Kodak Theatre de Nueva York, han sido Trent Reznor y Atticus Ross por La red social, en la categoría de mejor banda sonora original y We belong together (Toy Story 3) de Randy Newman en la categoría de mejor canción original.

Os dejo algunas bandas sonoras y canciones de cine, ¡Que las disfrutéis!





martes, 8 de marzo de 2011

Cine Español ¿Amor u odio?

Que sentimos por el cine español ¿admiración o repulsión? Mientras que en el cine americano, por ejemplo, si podemos distinguir ciertas posturas críticas, no todo es blanco o negro, en nuestro cine no hay cabida para este debate. En España lo amamos o lo odiamos y mayoritariamente se odia más que se ama.



Dada la situación actual por la que atraviesa poco ayuda a cambiar este sentimiento. Una década colmada de malas cifras, cambios y reformas que no conducen a nada o no consiguen los resultados esperados y una opinión pública que mantiene una única visión, nuestro cine es "malo".

Esta es la frase que oímos con mayor frecuencia en cualquier debate sobre la industria cinematográfica española, la escasa calidad y falta de creatividad. ¿Pero es ese en realidad el problema?

Muchas son las opiniones que se han formulado en los últimos meses sobre este tema a raíz de la famosa Ley Sinde -entre ellas la de mi compañero Juan-, a la cuál hasta se opuso el ex-presidente de la academia Alex de la Iglesia @AlexdelaIglesia y las subvenciones estatales destinadas a esta industria, muy criticadas por los contribuyentes que muchos califican de desacerbadas y que ostenta cada año resultados más nefastos. En 2007, 15,8 millones de espectadores acudieron a las salas de cine para ver películas españolas recaudando 66,6 millones de euros, las ayudas estatales fueron de 66 millones de euros produciéndose en ese año 172 películas siendo la más vista El Orfanato; En 2010 se refleja de nuevo la crítica situación por la que atraviesa el sector, tan solo 10,5 millones de espectadores acudieron a las salas de cine recaudando 69,7 millones de euros, las ayudas estatales alcanzaron los 89,4 millones de euros y el numero de producciones realizadas se mantuvieron en unas 173 películas, ese año la película más taquillera fue Tres metros sobre el cielo.

¿Qué reflejan estos datos? ¿Un exceso de ayudas o de producciones? Teniendo en cuenta que estas ayudas solo representan el 18% de la financiación total de la industria cinematográfica y que España es uno de los países que destina una menor suma de dinero en dichas subvenciones, mientras que en Francia estas ayudas son siete veces superiores a las españolas y no hablemos de las cifras estadounidenses. Por lo tanto deberíamos replantearnos dichas conclusiones y hablar sin embargo de una nefasta distribución y empleo de ellas.

Otro de los planteamientos que emplea el sector contrario a este cine, es la carencia de calidad y creatividad y la escasa conexión con el gran público. Planteamiento contradictorio teniendo en cuenta la larga lista de cineastas con un talento indudable y que alagan fuera de nuestras fronteras otorgándoles numerosos premios que lo manifiestan. Entre ellos podemos destacar a Alejandro Amenábar, Fernando Trueba, Iciar Bollaín, Pedro Almodóvar. Y los nuevos cineastas como Jaume Collet-Serra o Francisco Javier Gutiérrez que triunfan es EEUU con thriller de terror o ciencia ficción.

El gran problema del cine español es el público, y la doble personalidad del primero. Nuestro cine pretende asombrar, conmover, hacernos pensar a la vez que crear acción, entretenimiento, elevados beneficios económicos y esta combinación rara vez se consigue. La primera y por la cual se caracteriza es escasamente rentable, pero necesario para la cultura de un país, para fomentar un pensamiento crítico, películas que "hacen pensar", afín y al cabo el cine es arte y como tal ante todo subjetivo. De todos modos en los últimos años se ha impulsado una nueva oleada de películas con un perfil más comercial como pueden ser, “Tres metros sobre el cielo”, “Ágora”, “Fuga de cerebros” que consiguieron alcanzar el éxito en taquilla debido en gran parte a las campañas publicitarias y de marketing que se realizaron para darse a conocer a un amplio público, y es ahí donde erradica la gran problemática del cine español y los tan escuchados comentarios como “nuestro cine es malo” “aburrido” “incomprensible”. Cuando muchos de esas personas ni si quiera han visto las películas o el tipo de cine al que hacen referencia.

Como dijo hace unos días Borja Cobeaga en un artículo en el diario el País: "Muchas veces pienso que la salvación del cine español pasa por una campaña de publicidad diseñada por Don Draper. Sólo si el protagonista de la serie sobre el mundo publicitario Mad Men concibiese un lavado de cara para la cinematografía española habría una posibilidad de que el público dejase de odiarnos" ¿Está viviendo la industria cinematográfica española una revolución, el inicio de una nueva etapa? Y en esta nueva etapa para el cine español ¿lo amaremos o lo odiaremos?

Por último, baile de cifras que ponen de manifiesto la compleja situación del cine español dentro de nuestro país. La FAPAE ha publicado la recaudación de las películas españolas en el extranjero, de 144 millones de euros. Casi 40 millones más que en el interior de nuestras fronteras.

domingo, 6 de marzo de 2011

Trío de ases

Como en anteriores entradas ya hemos tratado el tema del cine en ámbitos algo generales, en esta me gustaría centrarme en películas específicas. Concretamente, en tres.
No es que las haya elegido porque estén entre mis favoritas (que también ;), sino porque, en mi opinión, suponen tres distintas (grandes) formas de desarollar el arte del cine. Y, al contario que en muchos casos, el éxito que las precede es más que merecido.

Antes de empezar, decir que no tienen absolutamente nada que ver entre sí. Distinta época, distinto director, distintos actores, distinto género y distinto argumento; pero algo en común: ninguna debería faltar en la filmoteca de cualquier admirador del cine.

Allá van...

1. Casablanca (Michael Curtiz, 1942)

Película clave del cine clásico que no ha dejado de cosechar éxitos desde su estreno.
Esta historia protagonizada por Humphrey Bogart e Ingrid Bergman y ambientada en la ciudad marroquí de Casablanca durante la Segunda Guerra Mundial, trata el dilema en el que se encuentra Rick (Bogart) tras reencontrarse con Ilma (Bergman). Rick debe decidir entre entregar los salvoconductos que conducirán a Ilma y su marido a salir del país, o tener con ella la vida que siempre habían querido.

En nuestra memoria siempre quedarán frases como "Presiento que este es el principio de una gran amistad", o la mítica "Siempre nos quedará París".

Y aquí os dejo una de las partes más emocionantes de la película.

2. Pulp Fiction (Quentin Tarantino, 1994)

Es muy difícil que te encante una película y no saber explicarle a alguien de qué va.
Con guiones entre violentos e irónicos, interpretados, entre otros, por John Travolta, Samuel L. Jackson, Uma Thurman y Bruce Willis (y una breve aparición del director, como es costumbre en todas sus películas), Tarantino nos muestra situaciones de la vida de unos gansters y un boxeador al final de su carrera.
La película empieza donde acaba sin que le encontremos del todo sentido, pero viendo la conexión entre los distintos personajes y situaciones, y la forma en que aparece el sentido del humor en situaciones descabelladas, no podemos dudar de su magistralidad.

Aquí uno de los diálogos de la película, entre Mia Wallace (Thurman) y Vincent Vega (Travolta) que me llama especialmente la atención:

"M: ¿No los odias?
V: ¿El qué?
M: Estos incómodos silencios... ¿Por qué creemos que es necesario decir gilipolleces para estar cómodos?
V: No lo sé... Es una buena pregunta...
M: Es cuando sabes que has dado con alguien especial. Puedes estar callado durante un puto minuto y compartir el silencio."

3. Slumdog Millionaire (Danny Boyle, 2008)

"Jamal Malik está a una pregunta de ganar veinte millones de rupias. ¿Cómo lo hizo?
a) Hizo trampa.
b) Tiene suerte.
c) Es un genio.
d) Estaba escrito."

Así empieza esta película que muestra el paso de un joven indio por el concurso ¿Quién quiere ser millonario? Sin embargo, eso no supone el mayor reto de su vida. Pregunta a pregunta, Jamal Malik (Dev Patel) va desvelando desde su infancia en Bombay y las diferentes formas con las que se gana la vida hasta dar con Latika (Freida Pinto), una vieja conocida que, sin poder evitarlo, cae en manos de un mafioso. Jamal habla de Salim (su hermano) y de él como Athos y Porthos, y quiere que Latika sea "el tercer mosquetero" del que nunca supo el nombre. Esa es casualmente la pregunta de los veinte millones de rupias.

Esta apasionante historia se hizo con 8 premios Óscar, dejando impresionados tanto a los espectadores como a la crítica, y a Bollywood a un nivel cercano a Hollywood.

La canción con la que ganó el Óscar a Mejor Canción:



Por cierto, el tercer mosquetero se llamaba Aramis. Y el futuro estaba escrito.

jueves, 3 de marzo de 2011

Los Oscar: la gran gala

Este pasado domingo, 27 de febrero, se celebró uno de los premios más importantes para la carrera de los actores y directores del mundo del cine y de la televisión: los Oscar. Los presentadores de esta gran gala este año han sido Anne Hathaway y James Franco, con los que se ha pretendido captar la atención del público juvenil.


Celebrada en los Ángeles, concretamente en Hollywood, lugar de la industria americana del cine, la gala duró aproximadamente cuatro horas, al igual que otros años. Marcada por una tendencia conservadora, este año se decidió que la película “Origen no se entendía, que para Valor de ley mejor la original y que La red social no era para tanto”.

Como mejor película, salió ganadora El discurso del Rey, combinación de patriotismo, épica de superación, el apoyo de la familia y la monarquía. También se llevó Mejor guión original, Mejor actor para Colin Firth y Mejor director. El hecho de que recibiera el premio de Mejor director resultó sorprendente, es decir, que los hermanos Coen, Darren Aronofsky y David Fincher fueran eclipsados por el casi desconocido Tom Hooper no era de esperar. Y los Coen se fueron a casa de vacío, a pesar de haber sido nominados en diez categorías. Cisne negro se llevó únicamente el Oscar de Natalie Portman como Mejor actriz.

Destacó en la alfombra roja la breve aparición de Penélope Cruz, acompañada por Javier Bardem. Este último se encargó de entregar el premio al Mejor guión adaptado, que recibió La red social. Esta película también recibió los premios a Mejor banda sonora y Mejor montaje.

La película The fighter también tuvo su protagonismo en la gala de los Oscar: tanto Christian Bale como Melissa Leo triunfaron. El Oscar al mejor documental, entregado por Oprah Winfrey, correspondió a Inside Job, documental que trata las causas de la crisis financiera.

Llamó la atención el premio al Mejor maquillaje para El hombre lobo, ya que en este filme se hace un buen uso del 3D. Por su parte, Origen se llevó los mejores edición y montaje de audio y los mejores efectos visuales, y Alicia en el País de las Maravillas recibió los de dirección artística y diseño de vestuario más brillantes.
Finalmente conviene comentar el triunfo del tema central de Toy Story 3, “We belong together”, con el que Newman, autor de las canciones de esta película, se llevó su segundo Oscar.

Como premio de la industria del cine, en los Oscar hay mucho dinero en juego: lo que parece glamour y competencia en realidad es dinero. Y se consiguió el fin esperado: que lo vieran millones de personas, estrategia que pretende promover una mayor presencia de los espectadores en el cine para ver las películas nombradas en la gala.

A continuación, y para concluir, algunos vídeos que considero interesantes, concretamente las nominaciones a los Oscar, una breve entrevista a Natalie Portman y otra a Christian Bale.



lunes, 28 de febrero de 2011

Educación en formato panorámico


Cuando todos nos sentamos delante de una pantalla siempre esperamos que el cine nos sorprenda, nos haga sentir, emocionarnos e incluso que nos divierta, que nos haga desconectar. Pero también unos pocos buscamos que nos haga pensar. Todo el mundo sabe que el cine es un vehículo cultural, y que, como tal, tiene la capacidad de transmitir una serie de valores.

Desde mi punto de vista, las películas más interesantes no son aquellas que te ofrecen una sencilla moraleja, sino aquellas cuya enseñanza se deja en manos del espectador, y es éste el que decide qué conclusión sacar de ellas. Con esto no quiero decir que no podamos encontrar películas maravillosas en las que se intuya desde el primer momento el fin que persiguen.

Para entender el poder del cine como recurso educacional, pondremos algunos ejemplos prácticos que guardan, de distinta forma, alguna relación con la educación.

¡Cuidado, Spoilers!

1. Pequeña Miss Sunshine

Aunque durante todo el desarrollo de la película uno pueda pensarse que está contemplando una simple comedia sin más, posteriormente descubre que Pequeña Miss Sunshine es en realidad una auténtica obra maestra cuyo final está lejos de dejar indiferente a nadie.

Esta película, calificada como “road movie”, narra la vida de una peculiar familia norteamericana en la que cada personaje tiene sus propios conflictos personales. Destacan un padre ingenuamente optimista que intenta ocultar su propio fracaso, y una madre que tiene que ocuparse de todo, y es la que parece aportar un poco de equilibrio a la familia. Sin embargo, la auténtica protagonista de la historia es la pequeña de la casa, que descubre que ha sido escogida para participar en el concurso de belleza “Pequeña Miss Sunshine”.

Es en torno a este concurso donde se centra la crítica de esta película. El papel que juega el abuelo en el desarrollo de los acontecimientos es, sin duda, uno de los factores más importantes. Quizá sea ese el motivo por el cual su intérprete, Alan Arkin, ganó el Óscar al mejor actor de reparto por Pequeña Miss Sunshine. Desde el principio ayuda a su nieta con la coreografía y el vestuario, preparando una puesta en escena en el concurso que deja asombrada a toda su familia, y espantados a los miembros del jurado.

- ¿Qué está haciendo su hija?
- Darles una lección.

De esta forma, Pequeña Miss Sunshine pretende ridiculizar y quedar en evidencia la existencia de este tipo de concursos tan populares en Estados Unidos. A continuación os dejo una entrevista que he encontrado en Internet del periódico El Mundo, donde se habla de la historia de una de estas chicas, JonBenet Ramsey, que apareció estrangulada en su casa con solo seis años. Además, también quiero resaltar las palabras de una de esas modelos, que ahora con 25 años afirma: "Mirando al pasado, creo que son las familias las que deben dar autoestima a sus hijos, no un jurado con cartones de puntuación"

http://www.elmundo.es/magazine/m61/textos/misses1.html

Mientras tanto seguiremos pensando como uno de los personajes: “¿Sabes qué? A la mierda estos concursos. La vida es un puto concurso de belleza detrás de otro. El instituto, la universidad, luego el trabajo... […] Hay que hacer lo que te gusta, y a la mierda lo demás”

2. La ola

Después de ver esta película es prácticamente imposible no pasarse al menos 48 horas reflexionando sobre la Historia y el género humano.

La ola es una impactante película basada en hechos reales. En 1967, Ron Jones, profesor de Historia de un instituto de Palo Alto, California, al no saber responder a las preguntas que le formuló un alumno sobre la Alemania Nazi, decidió mostrarles qué circunstancias son necesarias para el surgimiento de un régimen autoritario, y por qué es tan fácil implantarlo en la sociedad. Para ello creó un grupo formado por todos sus alumnos al que llamó “La tercera ola”, según la creencia de que la tercera en una serie de olas siempre es la más fuerte. Ron Jones se vio obligado a disolverlo al quinto día, al ver que este movimiento estaba teniendo un gran alcance y conseguía cada día más adeptos. Además, existen rumores que lo relacionan con el suicidio de uno de los estudiantes.

La película, que recrea toda esta situación, muestra cómo una de las protagonistas, contraria, desde su surgimiento, al movimiento de la ola, llega a sentirse amenazada por defender su libertad de expresión. Este personaje representa el miedo que experimentan todas las personas que tienen ideas propias en este tipo de sistemas.

Personalmente, esta película me fascina y podría pasarme horas comentándola, pero en su lugar, y para no aburrir mucho, os dejaré una entrevista realizada al director de la película, Dennis Gansel, que es de obligada lectura:

¿Dirías que el éxito del experimento depende de la popularidad y aceptación del profesor? Desde luego ayuda tener una personalidad carismática. Alguien que realmente sea un líder, con capacidades reales de liderazgo, que pueda persuadir a la gente, a quien los alumnos admiren. Creo que el sistema fascista es tan pernicioso psicológicamente que fácilmente puede darse en cualquier otro sitio y momento. Le das a gente que antes no tenía voz una parcela de responsabilidad. Formas una comunidad. Eliminas las diferencias individuales, dándole a todos la oportunidad de distinguirse. Creo que eso es algo que puede funcionar en cualquier lugar. Especialmente en algo como el sistema escolar, y eso lo sabe cualquiera que haya ido al instituto: están los chicos populares, los líderes sociales, los que están arriba y luego un montón de gente que son más o menos tímidos y en quienes no te fijas. Estoy seguro de que si de repente le das la vuelta a un sistema como ese, ocurriría de nuevo.
Nuestra sociedad se define por el individualismo. ¿Es la necesidad de sobresalir de la multitud lo que hace que un experimento como La Ola sea posible? Cuando era joven, siempre deseaba tener algo con lo que identificarme. Envidiaba a mis padres por haber tenido el movimiento estudiantil de los 60, en el que todos tenían unas metas comunes, intentando cambiar el mundo y todo eso. Crecí en las décadas de los 80 y los 90, cuando ya había miles de movimientos políticos pero sin dirección real. Nada que te excitara realmente. Eso es algo que echaba de menos de veras. Creo que los chavales de hoy se sienten de la misma manera. No podemos definirnos solamente a través de la ropa y la música, creo. Pienso que la gente tiene una necesidad mayor de sustancia, una necesidad que crece más fuerte. La tendencia hacia el individualismo y la atomización completa de la sociedad en grupos muy reducidos no puede seguir indefinidamente. En algún momento se producirá un gran vacío. Ahí es donde reside el peligro de que otro régimen totalitario intente llenar ese vacío.”

domingo, 20 de febrero de 2011

Álex de la Iglesia y un discurso épico

Sin duda, esta pasada gala de los Goya se antojaba interesante por todo lo relacionado con la ley Sinde, y contra la cual ya se había posicionado Álex de la Iglesia, el hasta entonces presidente de la Academia. No obstante, desde su cuenta de Twitter (@alexdelaiglesia), había anunciado que no haría polémica en la gala.



Cosa que, evidente y afortunadamente, no cumplió. En un discurso de poco más de 6 minutos, sacó los colores a Icíar Bollaín, vicepresidenta de la Academia, y, por supuesto, a Ángeles González-Sinde -y seguramente, también a otros tantos cineastas-. Si algo ha caracterizado a De la Iglesia ha sido el carácter dialogante con todas las partes, incluyendo, por supuesto, a los internautas. Y tanto ha sido así que incluso cambió su postura respecto a la ley.

Porque es un hombre sensato. Podrá ser una mala noticia para el cine, pero internet ha traído una serie de cambios irreversibles a los que la industria cinematográfica -al igual que la discográfica, o la editorial en un futuro- tiene que hacer frente. El modo de responder a una nueva tecnología no es legislar, sino adaptarse.

Algo que no entienden. En un sistema muy turbio de subvenciones -el 85% de la financiación de Pa negre, desconocida película, rotunda ganadora de los Goya 2011, provenía de la Administración-, se empeñan en mantener los precios exageradamente altos, sin ofrecer alternativas de calidad al streaming al que la ley pretende hacer frente y, sin duda el problema más grave, sin ser capaces de producir un cine a la altura de lo que los espectadores esperan.

Afortunadamente, en internet siempre hay vías de escape. La sociedad de hoy ve más películas y series, escucha más música y lee más libros que nunca. Ellos sabrán que les conviene: ofrecer un servicio diferenciado o seguir intentando ponerle puertas al mar. De la Iglesia ya se ha dado cuenta. Las reglas han cambiado.